Que Tal.
Hablar del Corazón no ha de ser un asunto sencillo para cualquiera. Ciertamente no lo es para mi. Por supuesto puede ser más que interesante emprender una aventura temeraria , un viaje osado ... por terrenos inciertos, ambiguos, desconcertantes, desesperantes, serenos, sosegados, gratificantes, excelsos, placenteros, plenos como lo es y ha sido siempre el deambular por los dominios misteriosos del corazón ...
Hablar de una "Historia del Corazón" o pensar siquiera que de algún modo alguién encontrara el conocimiento, la verdad, la reseña, el transcurrir del sentimiento en el tiempo en el constante ir y venir de una vida que arrastra su corazón por cada una de sus particulares unívocas experiencias es por lo demás tal vez algo imposible de imaginar o de creerse.
Nos referimos al corazón, aquel nicho tibio, aquel refugio íntimo donde se conciben, nacen, crecen, y maduran nuestras más nobles y apasionadas emociones, sentimientos, esperanzas; donde también el desgarrador dolor, la desesperanza, el amor maltrecho, la sentida soledad infringen indescriptible agonía ...
Es mi corazón, es tu corazón el que palpita, el que vive, el que transcurre ... el que a traves de los hilos delicados del tiempo coquetea entre la penuria y la alegría, el que navega en el inmenso mar del incierto destino y deja su excelsa estela, su historia, arrastrándote, arrastrándome por no sabemos donde. Esa es la historia ... de mi corazón, de tu corazón.
La descripción de la vida de cada individuo ha de ser en su sentido más fundamental y primario la descripción de cada una de las etapas por las que atravezó su corazón, es decir, en general, la "Historia del Corazón".
Si por casualidades de la vida misma encontrases por ahí un libro que empiece con está dos simples líneas:
«Hermoso es el reino del amor,
pero triste es también.»
Una persona con la suficiente experiencia en la vida no podría hacer otra cosa sino que asentir. Y si continuando encuentras:
«Por que el corazón del amante
triste es en las horas de soledad,»
Asentiríamos nuevamente, por supuesto. Siguiendo, algunas líneas adelante:
«Nació el amante para la dicha,
para la eterna propagación del amor,
que de su corazón se expande
para verterse sin término
en el puro corazón de la amada entregada.»
¿Nacemos para la eterna propagación del amor? ¿sentimos, cuando estamos enamorados, que uno de nuestros más importantes propósitos ha de ser justamente eso? La verdad que cuando estamos enamorados nuestro corazón se expande, hinchado con los más nobles sentimientos que como humanos podemos albergar, y los dirigimos a esa persona especial, los cuales se vierten sin reservas en aquel loco corazón enamorado que también se entrega en completa y pura correspondencia a uno.
... Pero:
«Pero la realidad de la vida,
la solicitación de las diarias horas,
la misma nube lejana, los sueños, el corto vuelo inspirado del juvenil corazón que él ama,
todo conspira contra la perduración sin descanso de la llama imposible.»
Interesante. Que interesante. Es cierto, muchas veces la vida en todas sus facetas y formas (economía, distribución horaria, quehaceres, tiempo libre, familia, amigos) de algún modo interfiere, debilita, e inclusive puede extinguir la llama del sentimiento; "todo conspira" como bien lo dice el verso.
No deja de ser llamativo y curioso. Ya ha estas alturas sabemos que estamos leyendo un poema, uno muy interesante y ciertamente digno de conocer completamente. Pero la verdad es un poema que pertenece a un conjunto de poemas (es el primero de ellos); es decir, nos estamos refiriendo a un libro de poesías. Este libro lleva por título "Historia del Corazón" y el autor es el poeta español Vicente Aleixandre.
Es una historia. 48 poemas. Quizás no sea tu historia, quizás no sea mi historia, quizás sólo pretenda ser sólo un proyecto abstracto general, quizás una descripción muy particular del autor, quizás encontremos pequeñas reseñas en las cuales nos sintamos levemente identificados y quizás habrá otras reseñas que no habremos experimentado en carne propia y en sentimiento profundo, pero que tal vez gracias a la cualidad descriptiva del poeta podamos volar con creativa imaginación y percepción plena y hacerla nuestra historia y vivirla y sufrirla o disfrutarla ... Quizás sea una historia algo tuya, quizás sea algo mia.
Quizás como es obvio y natural no todos los poemas tengan la misma intensidad y poder descriptivo. Algunos pasarán desapercibidos, otros a medio entendimiento y algunos, tal vez lleguen a calar muy profundo en tu ser. Cada uno de nosotros encontrará su patrón correspondiente en la secuencia de poemas.
Probablemente uno de los poemas más citados o publicados en internet de esta obra poética sea: MANO ENTREGADA.
He aquí algunos leves fragmentos de otros poemas de esta misma obra:
«Recuerdo aquel amor: ¿era amor?
Recuerdo aquel corazón. ¿Tenía la forma del corazón?
Recuerdo aquella música que yo pretendía escuchar en un pecho.
Me quedaba dormido sobre un pecho cerrado. Y soñaba el hermoso color del amor en el corazón latidero.»
[LA REALIDAD]
«El día ha amanecido.
Anoche te he tenido en mis brazos.
Qué misterioso es el color de la carne.
Anoche, más suave que nunca:
Carne casi soñada.
Lo mismo que si el alma al fin fuera tangible.
Alma mía, tus bordes,
tu casi luz, tu tibieza conforme...
Repasaba tu pecho, tu garganta,
tu cintura: lo terso,
lo misterioso, lo maravillosamente expresado.»
[EL ALMA]
«Por eso tú,
quieta así, contemplándote,
casi escrutándote, queriendo en la noche mirar muy despacio el color de tus ojos.
Cogiendo tu cara con mis dos manos mientras tendida aquí yaces,
a mi lado, despierta, despertada, muda, mirándome.»
[TENDIDOS, DE NOCHE]
«Cuando me miras,
cuando a mi lado, sin moverte, sentada, suave te inclinas;
cuando alargas tus dos manos, suavísima, porque quieres, porque quisieras ahora, tocar, sí, mi cara.
Tus dos manos como de sueño,
que casi como una sombra me alcanzan.
Miro tu rostro. Un soplo de ternura te ha echado como una luz por tus rasgos.
Qué hermosa pareces. Más niña pareces. Y me miras.
Y me estás sonriendo.»
[MI ROSTRO EN TUS MANOS]
«Hay momentos de soledad
en que el corazón reconoce, atónito, que no ama.»
[EL SUEÑO]
«Lo sabes? Todo es difícil. Difícil es el amor.
Más difícil su ausencia. Más difícil su presencia o estancia.
Todo es difícil... Parece fácil y qué difícil es...»
[DIFÍCIL]
«Lo comprendes? Lo has comprendido.
¿Lo repites? Y lo vuelves a repetir.
Siéntate. No mires hacia atrás. ¡Adelante!
Adelante. Levántate. Un poco más. Es la vida.»
[TEN ESPERANZA]
«Aquí ciega pasión se estrelló fría,
aquí mi corazón golpeó obseso,
tercamente insistió, palpitó opreso.
Aquí perdió mi boca su alegría.
Entre mis brazos ciega te he tenido,
bajo mi pecho respiraste amada
y en ti vivió mi sangre su latido.»
[SOMBRA FINAL]
Esa es una "Llama" dejada por Vicente Aleixandre. 48 flamas.
Me agradaría terminar esta breve reseña de tan interesante libro con el fragmento final de uno de sus poemas:
«Y te miro. Y déjame que te reconozca.
A ti, mi compañía, mi sola seguridad, mi reposo instantáneo, mi reconocimiento expreso donde yo me siento y me soy.
Y déjame poner mis labios sobre tu frente tibia —oh, cómo la siento—.
Y un momento dormir sobre tu pecho, como tú sobre el mío,
mientras la instantánea luna larga nos mira y con piadosa luz nos cierra los ojos.»
[ENTRE DOS OSCURIDADES, UN RELÁMPAGO]
Fascinante! ... Llama a la curiosidad. Llamó a mi curiosidad. Espero llame a la tuya.
La poesía llama.
"Historia del Corazón" la puedes encontrar aquí:
http://www.google.com/notebook/public/15022632724697033937/BDR00SwoQ_uek7uci
Un placer compartirla contigo. Y tal vez si deseas compartirla con alguien más, no veo porque no puedas hacerlo.
Un gusto.